Porque cada milímetro es una prisión.
Estar a un centímetro de tu boca es estar a miles de kilómetros de aquí, del mundo, de este planeta, casi del universo, y luego notar como sonries pegado a mi, pegado a mi boca, a mis labios notar esa sonrisilla traviesa que me conozco tan bién y tu respiración que inunda mis oidos y luego tus manos, tus delicadas manos deslizandose por mi cintura con cualquier destino.
Me encanta tu blog! y me siento identificada con muchos de tus textos
ResponderEliminarUn saludo:3
http://todounmarparaperdetse.blogspot.com.es/