miércoles, 31 de agosto de 2011

Porque cada milímetro es una prisión.


Estar a un centímetro de tu boca es estar a miles de kilómetros de aquí, del mundo, de este planeta, casi del universo, y luego notar como sonries pegado a mi, pegado a mi boca, a mis labios notar esa sonrisilla traviesa que me conozco tan bién y tu respiración que inunda mis oidos y luego tus manos, tus delicadas manos deslizandose por mi cintura con cualquier destino.

1 comentario:

  1. Me encanta tu blog! y me siento identificada con muchos de tus textos
    Un saludo:3
    http://todounmarparaperdetse.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar